Confucio (551-479 a. C.) nació en el estado de Lu en el seno de una familia de clase media. Sin embargo, Confucio conoció la pobreza desde muy joven, ya que su padre, quien era militar, murió cuando él tenía tres años. Su madre lo crió y recibió, a pesar de todo, una buena educación. Confucio se casó a los 19 y tuvo dos hijas y se dice que se divorció no mucho después para dedicarse al estudio. A los 23 murió su madre, tras lo cual vino un periodo de reflexión en el que se empezó a consolidar su forma de pensar.
Se cree que empezó su carrera de
profesor alrededor de los 30 ―quizás antes―,
primero en su pueblo y luego viajando por China. Ganó seguidores de manera
gradual y la mayoría de ellos no eran jóvenes entusiastas, sino hombres de
mediana edad respetables, serios y con cargos importantes. Esto se debía,
probablemente, al carácter moral y no religioso de su filosofía, que estaba
orientada a cómo vivir una vida honorable y sabia.
A la edad de 50 años, Confucio vio
su talento reconocido y fue nombrado un cargo equivalente al de Ministro de
Justicia del estado de Lu. Sin embargo, ofendió a miembros de la nobleza y fue
forzado a dejar su cargo y al exilio. Confucio pasó por varias ciudades de
China con algunos de sus discípulos en busca de un gobernante que le diera
trabajo, pero se encontró con indiferencia y dificultades.
Finalmente, Confucio regresó a Lu y
dedicó el resto de su vida a enseñar.
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